En realidad Esteban fue el primer hombre sobre la Tierra y Carmen la primera mujer. Lo primero que hicieron: el amor, lo segundo: el amor, lo tercero: el amor... y así. Finalmente, cuando Carmen se aburrió... no le quedó más remedio que poner a todos sus hijos en contra para que distrajeran con sus discordias a Esteban y la dejaran a ella leer el periódico.
Bienvenid@ a la pequeña y escurridiza frontera entre el minicuento, la minificción y la poesía.
¿Puedes reflexionar, desaprender, perderte y volver a encontrarte desde lo breve?
En la brevedad siempre hay desconcierto
En la brevedad siempre hay desconcierto
viernes, 9 de julio de 2010
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario