Quiero volver a encontrarme, pero todos ustedes me han hecho olvidar el camino hacia mí.
Tú, con tu boca llena de azufre, me secaste el aliento y ahora no puedo pedir ayuda
y tú, con tu piel de fuego, me quemaste el rostro y ahora no puedo reconocerme frente al espejo. ¿Quién soy? ¿A dónde voy?
Bienvenid@ a la pequeña y escurridiza frontera entre el minicuento, la minificción y la poesía.
¿Puedes reflexionar, desaprender, perderte y volver a encontrarte desde lo breve?
En la brevedad siempre hay desconcierto
En la brevedad siempre hay desconcierto
miércoles, 4 de noviembre de 2009
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