Bienvenid@ a la pequeña y escurridiza frontera entre el minicuento, la minificción y la poesía.
¿Puedes reflexionar, desaprender, perderte y volver a encontrarte desde lo breve?
En la brevedad siempre hay desconcierto

domingo, 21 de junio de 2009

Bajo el fuego de tu piel cayeron todas las ciudades de mi cuerpo,
el último bastión que conquistaste fueron mis labios, que esperaban temerosos el golpe final

2 comentarios:

Anónimo dijo...

He leido todo lo q has escrito aquí y me pareció fascinante... Es increible que con tan pocas palabras se pueda decir tanto...
Felicitaciones!
Lorena

Anónimo dijo...

Letras para compartir:

¿Por qué me produce tanto descontrol emocional verte? Cuando creo que estoy curada de la traición o más bien de tu elección, en la que no me incluiste, tienes el desatino de aparecer ante mí con indiferencia. Nada resulta más contraindicado, solo con ver tu sombra recaigo en dolorosos sentimientos de desamor. Me molesta ser tan débil.

Cómo es que fue tan fácil para ti, en menos de un mes hiciste tambalear mi aparente mundo seguro. Antes de conocerte me era imposible e inmoral pensar en otro hombre. Es que aun me da mucha vergüenza tener que drenar este sentimiento de culpa con cualquiera de mis buenos ami@s, prefiero escribirlo, y sin embargo tengo sonrojada la piel de mis mejillas.

Pensé que había alcanzado un grado de madurez, pero aunque lo intento, no soy capaz de confrontarte, es el miedo más intenso que he sufrido. Me apena ser tan cobarde.

Voy a optar por aplicarme una cura ancestral, dormiré tanto, tanto, hasta sacarte de mi mente.

Con amor y sin razón.
Ariadna