"¿Será que tengo que partir?" se preguntó invadido por el temor. Cuando miró alrededor, se sentó a esperar a que pasara el odio... entonces podría tomar una decisión.
Bienvenid@ a la pequeña y escurridiza frontera entre el minicuento, la minificción y la poesía.
¿Puedes reflexionar, desaprender, perderte y volver a encontrarte desde lo breve?
En la brevedad siempre hay desconcierto
En la brevedad siempre hay desconcierto
miércoles, 30 de mayo de 2007
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